martes, 25 de octubre de 2011

Reflexiones en torno al "largo mayo chileno" Cuando el neoliberalismo triunfante se agrieta

-Traducido por Rocio Gajardo Fica y revisado por Caty R.
Reflexiones en torno al "largo mayo chileno"El 22 de septiembre del 2011 con traje oscuro, corbata violeta y camisa celeste, el presidente Sebastián Piñera sube a la tribuna de la asamblea general de la ONU. El jefe del gobierno chileno y exitoso empresario multimillonario muestra una amplia sonrisa. En estos tiempos de crisis del capitalismo, él reivindica una economía floreciente, con una tasa de crecimiento de más de un 6% del PIB (principios de 2011). Durante su breve discurso ante los principales jefes de Estado del planeta insiste, también, en el conflicto social relacionado con la educación que atraviesa su país desde hace varios meses: “la carrera por el desarrollo y la batalla por el futuro, debemos ganarla en las aulas”, afirmaba. Aseguró que su gobierno pretende “garantizar una educación para todos y una educación gratuita para todos los que la necesitan”. Y el hecho de que los jóvenes de Chile luchen valientemente incluso es una prueba de la buena salud de la democracia chilena, todos movilizados por “una noble causa, grande, bella que es la de dar una educación de calidad” al pueblo. Magia del verbo propia de un político… quién podría pensar que está escuchando al representante de una derecha dura, de regreso a la cabeza del Estado 20 años después del final de la dictadura militar (1989) y comprometida, a cualquier precio, en la continuidad de esta revolución capitalista impuesta a sangre y fuego sobre las cenizas de la Unidad Popular y el cadáver de Salvador Allende 1 . En lo más recóndito de los barrios populares, en el corazón de las innumerables marchas que agitan las ciudades del país, entre las decenas de colegios, liceos y universidades ocupadas, este discurso se recibe como una provocación más. El poder no comprende lo que subyace en la sociedad, o más bien intenta aparentar que no comprende. El día de esa intervención en la ONU, manifestaciones y coloridos desfiles mostraron a la Moneda 2 que el movimiento por una educación “gratuita pública y de calidad” no está muerto. En la tarde del 23 de septiembre Camila Vallejo, una de las dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) subrayaba, con un cierto dejo de ironía, que el discurso del presidente estaba lleno de “contradicción, incoherencia e inconsistencia”, en el mismo momento en que Piñera se negaba a cualquier negociación seria y seguía desplegando todo un arsenal represivo 3 .
Un movimiento social por la educación de una amplitud histórica
Desde la primera marcha de los estudiantes universitarios y alumnos de educación secundaria, el 28 de abril de este año, las acciones colectivas no se han debilitado, más bien lo contrario 4 . Durante todo el mes de mayo, las expresiones del movimiento se han ido amplificando. El 12 de mayo en Valparaíso, mientras el presidente de la República presentaba, como todos los años, su balance anual ante la nación, decenas de miles de personas expresaban su rabia. Progresivamente, el descontento se amplifica y la popularidad de los indignados chilenos aumenta. El 30 de junio son 300.000 en las calles y 500.000 el 9 de agosto; jóvenes, viejos, clase media y capas populares, todos juntos. Uno de los puntos culminantes de esta escalada es la huelga nacional de los días 23 y 24 de octubre, convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y más de 80 organizaciones sindicales, protesta convocada contra las deplorables condiciones de trabajo, pero al mismo tiempo en apoyo de los estudiantes movilizados. Los repertorios de acciones colectivas utilizados han sido múltiples y a menudo muy originales. Además de las estrategias de intervención callejera tradicionales, el aspecto festivo y creativo es central en la contestación de la juventud: carnaval, maratón de besos, bailes y canciones originales, humor satírico, acciones espectáculo 5 . Pero encontramos también los instrumentos de protesta más clásicos: huelgas en las universidades, principalmente públicas, con apoyo del profesorado, multiplicación de las “tomas”, e incluso huelgas de hambre, llevadas a cabo por jóvenes estudiantes, que de esta forma buscan mostrar al mundo su determinación. Estamos frente a toda una generación que parece a contracorriente, que está alimentando la más importante lucha social desde las enormes jornadas de protesta de 1983 y 1984: una generación que no conoció la dictadura y que nació bajo los auspicios de la democratización neoliberal pactada.
Los estudiantes siempre han sido grandes protagonistas del movimiento social. Podemos remontarnos a los tiempos de los “actores secundarios” que se enfrentaron al régimen militar 6 . Las protestas actuales están indiscutiblemente conectadas a las experiencias adquiridas en 2011 (mochilazo) y a la llamada “rebelión de los pingüinos” de 2006. Esta última, de una gran fuerza, hizo temblar al gobierno de la socialista Bachelet y agrietó los cimientos del consenso político 7 . Los que se rebelan en 2011 son en parte los movilizados de 2006, y aprendieron el costo de las negociaciones sin futuro, la importancia del control de los voceros en las asambleas y la fuerza de la autogestión.
Pero, ¿por qué protestan estos estudiantes? Los problemas son numerosos, las reivindicaciones están claras: educación gratuita, pública y de calidad. “En la enseñanza secundaria, los estudiantes de liceos y colegios, quieren que sus establecimientos vuelvan a estar bajo control estatal, subraya un investigador. Desde la transferencia a control municipal en 1990, al final de la dictadura, la educación pública secundaria no ha dejado de declinar, en directo beneficio de los establecimientos privados y subvencionados. En la educación superior, el financiamiento de los estudios es particularmente problemático. Las universidades, públicas y privadas exigen el pago de una mensualidad cercana a los 300 euros 8 . De esta forma, la mayoría de los estudiantes deben recurrir a créditos para financiar sus estudios, sin saber con certeza si podrán reembolsarlos una vez integrados al mercado del trabajo (…) A lo que se suma que, a pesar de la existencia de una ley, aprobada durante la dictadura, que estipula que las universidades son instituciones sin fines de lucro, la gran mayoría ha puesto en marcha todo un entramado que les permite recabar las cuantiosas ganancias generadas” 9 . Herencia envenenada, posteriormente gestionada fielmente por la Concertación, coalición de socialistas y demócrata cristianos que gobernó al país desde 1990 hasta 2010 sin interrupción. Hasta el golpe de Estado de 1973, la educación pública chilena era conocida por su calidad y gratuidad. Actualmente menos del 25% del sistema educativo está financiado por el Estado, el resto lo asumen las familias de los estudiantes: el 70% de los estudiantes tiene que endeudarse y el 65% de ellos interrumpe sus estudios por razones financieras. Por cierto, el Estado chileno sólo dedica el 4,4% del producto interior bruto (PIB) a la educación, bien lejos del 7% recomendado por la UNESCO10 . De hecho, encontramos la misma lógica en todos los campos sociales: salud, jubilaciones, transportes, medios de comunicación, etc.
La Concertación puede regocijarse del récord de impopularidad de Sebastián Piñera (sólo un 22% de aprobación). Según las encuestas más del 75% de la población apoya las reivindicaciones estudiantiles, manifestándose en los barrios a través de enormes conciertos de cacerolas (los llamados caceroleos), y paralelamente rechaza los 20 años de gestión socio-liberal, que no hizo sino reforzar el modelo económico. El mea culpa del presidente del partido Socialista, Osvaldo Andrade, reconociendo que “durante los 20 años de los gobiernos de la Concertación nosotros también, en muchas ocasiones, fuimos parte activa de esta política abusiva” no cambia mucho la situación.
Falsas negociaciones, juego de crédulos y criminalización de las luchas
En la derecha son numerosos los parlamentarios que se inquietan por la crisis de gobernabilidad. En el mes de julio Joaquín Lavín, el Ministro de Educación, también empresario de educación y dirigente de la Unión Demócrata Independiente (UDI11 ) se vio obligado a dimitir. La turbación de las clases dominantes se refleja en las editoriales del periódico El Mercurio y en los artículos de intelectuales que hasta ahora se proclamaban liberales, incluso progresistas. Frente al regreso del espectro de la lucha de clases estos describen, como el historiador Alfredo Jocelyn-Holt, su “inasible malestar” y no vacilan en descalificar de manera violenta las acciones de protesta12 .
La rebelión estudiantil devela igualmente la verdadera cara de la «nueva derecha» gubernamental, que no había llegado al gobierno a través de las urnas desde 195613 . Durante semanas la única respuesta del ejecutivo fue la represión, con el apoyo de toda la maquinaria mediática. El «pinochetismo» aún se muestra a toda vela. El portavoz del gobierno Andrés Chadwick, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, designado por Pinochet en 1978, y el alcalde de la comuna de Santiago Pablo Zalaquett (UDI), hicieron declaraciones en las que afirmaban que los estudiantes no eran los dueños de La Alameda ( principal avenida de Santiago). Incluso este último sugirió la intervención de las fuerzas armadas para impedir las manifestaciones del 11 de septiembre, día de conmemoración del golpe de Estado. Otro ejemplo, misma cantinela: Cristián Labbé, alcalde de Providencia, comuna de la ciudad de Santiago, y ex miembro de la policía secreta de la dictadura, anunció que cerraría los liceos ocupados y planteó anular el año escolar con el objetivo de castigar a los movilizados. La represión por parte de los carabineros es permanente. Los heridos se cuentan por cientos y son miles los arrestados, incluso debemos lamentar la muerte de Manuel Gutiérrez, de 14 años, asesinado a tiros por la policía. En este contexto, una pequeña parte de los estudiantes ha escogido la autodefensa. En cada manifestación se produce una batalla campal, a pesar de las protestas de los organizadores, con barricadas, pedradas y cócteles molotov lanzados contra los carros blindados, gases lacrimógenos, armas de fuego y policía a caballo. Varios dirigentes del movimiento han sido amenazados, incluso de muerte, como es el caso de Camila Vallejos.
Frente a la potencia de une revuelta que no pierde fuerza, el 3 de septiembre el gobierno se vio obligado, finalmente, a hacer como si negociase, apostando al desgaste y las divisiones del movimiento. La revista A l'Encontre traza la cronología de este juego de crédulos. «Los dirigentes estudiantiles han hecho saber claramente que todas las proposiciones se someterían a la decisión de las asambleas que representan de manera efectiva a sus bases. De esta forma, con fecha de 8 de septiembre, la Confech anunciaba las condiciones para continuar las negociaciones. Estas son, de forma resumida, cuatro: 1° aplazar la fecha fijada por el ministerio para la renovación de las becas y créditos, instrumento de chantaje económico utilizado contra los estudiantes y uno de los instrumentos utilizados por el poder. 2° suspender el proceso de puesta a punto de las leyes que conciernen a la educación, leyes que el Parlamento debe presentar al ejecutivo. 3° las discusiones deben ser transparentes , lo que implica que se filmen, con el fin de que los ciudadanos puedan conocer las posiciones respectivas de los diversos actores de este conflicto. 4° la negociación debe apuntar a la cuestión central, es decir, la educación pública, gratuita, de calidad, democrática y sin lucro. El 15 de septiembre, el ministro de Educación, Felipe Bulnes, recusa dos condiciones: el no aplazamiento de la fecha del 7 de octubre para el cierre del semestre y rechaza la interrupción del procedimiento de puesta a punto de una ley sobre la educación. En cuanto a la publicidad de las negociaciones, Bulnes se limita a indicar que el proceso verbal de las discusiones se pondrá a disposición del público. El 15 de septiembre, el vicepresidente de la Confech, Francisco Figueroa, anuncia el rechazo a las proposiciones del ministro y señala que está prevista una movilización nacional para el 22 de septiembre. El 19 de septiembre el presidente Sebastián Piñera anuncia en la televisión pública que «70.000 estudiantes secundarios han perdido el año por haber paralizado las clases desde hace 4 meses. Una verdadera provocación»14 . A pesar de todo, la movilización del 22 de septiembre logró reunir a casi 180.000 participantes. Y una semana después, 150.000 manifestantes desfilaban nuevamente. Este escenario de movilizaciones-crimiminalización-negociaciones en falso, se mantiene desde principios de octubre. Y cada vez, la capacidad de réplica de los estudiantes es impresionante y aclamada por varios sectores del movimiento social, comenzando por el Colegio de Profesores.
Una nueva estructura de oportunidades políticas para la transformación social
Según el PNUD, si bien en Chile se ha logrado disminuir la pobreza el país sigue figurando entre los más desiguales del planeta. Luego de la estrategia de shock impuesta por la dictadura (1973-1990) la sociedad chilena se vio sometida a los tormentos de una transición pactada. Durante los últimos 20 años de «democracia autoritaria» la sociedad, fragmentada y atomizada, parecía haber integrado en sus genes este modelo y sus instituciones: a pesar de las reformas, la Constitución de 1980 que consagra la teoría neoliberal del «rol subsidiario del Estado» sigue vigente. El parlamento está amarrado por un sistema electoral, llamado binominal, que asegura el reparto casi perfecto del poder entre la Concertación y la derecha. Paralelamente, el sector judicial, el mediático y el económico son bastiones del ultraliberalismo o de los conservadores.
De esta forma, algunos pensadores críticos d escriben la construcción de un neoliberalismo triunfante (Juan Carlos Gómez) o de un neoliberalismo maduro (Rafael Agacino) de larga duración, ampliamente estabilizado, entre otras cosas a través de los mecanismos de consumo a crédito, de una sociedad de espectáculo bajo el control de un duopolio mediático y gracias a la exclusión de las clases populares del espacio de participación política, de la polis . Una casta de profesionales pasa tranquilamente de la administración del Estado a la gestión de las empresas, todas vinculadas de una forma u otra a un puñado de familias (Matte, Luksic, Angellini o Paulman). Este orden social no excluye las explosiones sociales, pero torna bien complicado su potencial emancipador15 . Sin embargo, como afirma el historiador Sergio Grez, es posible afirmar que el año 2011 quedará grabado como «el despertar de los movimientos sociales luego de más de dos decenios de letargo»16 . Si retomamos la sociología de las políticas de conflicto, no hay duda de que gracias a las movilizaciones se ha abierto una estructura de oportunidad política aprovechada por una nueva generación, que de un conflicto en el campo de la educación ha logrado constituirse, en el curso de un brusco cambio de escala, en un actor ineludible de la escena política nacional17 . ¿Cuáles son los factores que explican este salto cualitativo y cuantitativo? Podemos citar la situación económica de los estudiantes, durante un periodo de crecimiento profundamente desigual, donde el culto al éxito individual está en contradicción permanente con las condiciones de vida cotidiana de las grandes mayorias18 . Más ampliamente la crisis de legitimidad del conjunto del sistema político juega plenamente, alimentada por las provocaciones del gobierno. Algunos de los principales dirigentes estudiantiles están, cierto, vinculados a organizaciones partidistas, como Camila Vallejo, figura altamente mediatizada y militante del partido comunista, o incluso Giorgio Jackson, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica y militante de la Concertación. De hecho, sectores disidentes de la Confech, en especial en provincias y organizaciones de alumnos de enseñanza secundaria, así como las franjas libertarias o trotskistas del movimiento, critican la voluntad del PC y de la Concertación de orientar el movimiento hacia una salida institucional. Pero globalmente la referencia a la horizontalidad, al rechazo de la instrumentalización y la importancia de las decisiones tomadas en asamblea, explican la duración y la dinámica autónoma de estas luchas.
Y un último elemento esencial: la convergencia de diferentes revueltas en la superficie lisa de un modelo de acumulación que hasta hoy parecía «triunfante». De hecho, la coyuntura actual se inscribe en un flujo más largo. Se ha ido produciendo una acumulación molecular de conflictos parciales y dispersos, con una aceleración desde 2006-20071 8 . Recordemos las movilizaciones de los trabajadores, que se dan en un contexto de extrema precariedad y flexibilizacion19 y con una CUT en parte cooptada por la Concertación. Recordemos también las luchas de los trabajadores del cobre, en particular los subcontratados (trabajadores de las empresas subcontratistas), quienes en el 2007 realizaron huelgas muy duras. En 2010, la dirección del trabajo reconoció la pérdida de 333.000 días de trabajo por motivos de huelgas en el sector privado, es decir un aumento de un 192% con respecto a 2000. En el sector público la magistratura, los trabajadores de la salud y los profesores se movilizan regularmente. También es el caso de los militantes que luchan contra las discriminaciones y por el derecho a la diversidad sexual (LGTB).
El ciclo de protestas tomó una dimensión insólita en febrero 2010 con el levantamiento de toda una región, la provincia austral de Magallanes, contra el alza del precio del gas natural. El gobierno tuvo que retroceder. Las recientes acciones de organizaciones ecologistas igualmente han logrado poner en jaque a la derecha. Fue el caso en agosto 2010, en Punta de Choros, contra el proyecto de construcción de una central termoeléctrica. Recientemente, el megaproyecto Hidroaysén, en la Patagonia chilena, logró que salieran a las calles más de 30.000 personas. Hay que mencionar también las luchas urbanas por la vivienda y el «derecho a la ciudad». Y, obviamente, la indomable resistencia del pueblo mapuche que en 2010 llegó a niveles récord, notablemente luego de la huelga de hambre de varios presos politicos20 .
Uno de los desafíos para el movimiento social es lograr una «desectorización», más amplia aún, que permita articular todas las resistencias. Esta confluencia mostró su potencial durante las protestas del 21 de mayo. Progresivamente se ha ido imponiendo la comprensión de que la obtención de la gratuidad de la educación significa atacar frontalmente al capitalismo educativo. Los jóvenes saben que se enfrentan a los principios fundadores de la dictadura. Uno de sus eslóganes es: «y va caer, y va a caer la educación de Pinochet». Ahora la cuestión es la construcción de alternativas radicales y no sólo reformas de la herencia autoritaria21 .
Bifurcaciones intempestivas y alternativas en marcha: ¿hacia una asamblea constituyente?
Bajo el impacto de esta movilización histórica, la sociedad chilena se ha «repolitizado» bruscamente, ha vuelto a ocupar la polis desierta al mismo tiempo que ocupaba las plazas publicas, las avenidas, los distintos espacios de educación . Se trata de una bifurcación intempestiva (una formula de Daniel Bensaid), que va a marcar los años venideros, «cuestionando las certezas, los valores, las normas, las instituciones y las maneras de hacer las cosas que parecían haber adquirido características “naturales” para millones de ciudadanas y ciudadanos sometidos a la hegemonía ideológica del neoliberalismo»22 . Hoy en día, las cuestiones que emergen en las discusiones asamblearias y en los desfiles son la forma de cambiar la Constitución, la imperiosa necesidad de una asamblea constituyente, la urgencia de un plebiscito sobre la educación o la renacionalización del cobre23. La necesidad de abrir puertas y ventanas a una democratización real se hace presente. Por supuesto que el objetivo sigue siendo difícil de alcanzar, ya que no hay que subestimar las capacidades del gobierno para mantener el control. El movimiento está al borde del agotamiento luego de 5 meses de lucha y la represión es intensa. El final del año escolar se acerca y en el momento en que escribimos estas líneas no se atisba ningún avance concreto en el horizonte.
¿Cómo obtener, en lo inmediato, la gratuidad de la educación frente a la oligarquía en el poder? ¿Cómo imponer un proceso constituyente “por abajo”, democrático, con participación de los movimientos sociales, como el que se pudo construir recientemente en Bolivia, para derribar las instituciones del pinochetismo? Esto significa, en primer lugar, la construcción de una formidable relación de fuerza, que todavía no es concreta, pero está en vías de construcción. La ausencia significativa de luchas masivas de los trabajadores y las vacilaciones del movimiento sindical pesan enormemente. Ya que un vuelco en las relaciones de clase pasará necesariamente por una intervención consciente y decidida del movimiento obrero en el sentido amplio del término. Sin esto, los estudiantes están huérfanos de un motor esencial de la transformación social. Por otra parte, la agenda electoral e institucional puede revelarse como un arma de doble filo: las elecciones municipales en 2012 y las presidenciales y parlamentarias en 2013 van a empujar a las formaciones políticas a “surfear” sobre la ola de propulsión del movimiento estudiantil, a menudo para intentar canalizar, pero también -en la derecha- para movilizar al electorado conservador.
El desafío para la juventud movilizada, en este nuevo ciclo, es arrancar a corto plazo reformas estructurales sobre la base de sus propias reivindicaciones (como la gratuidad) preparando a la vez las próximas acciones a favor de una asamblea constituyente con los otros sectores en lucha. Los proyectos de ley del gobierno no responden en ningún caso a las problemáticas que atañen a la calidad, la municipalización y la mercantilización de la educación primaria, secundaria y universitaria. Es importante evitar un final de movilización desmoralizador y por lo tanto es importante trazar perspectivas. A mediano plazo, la cuestión planteada es la construcción de una alternativa política que todavía no existe en el país24. Si la horizontalidad, las experiencias locales y territoriales, la práctica autogestionaria son fuerzas vitales que deben cultivarse, éstas no reemplazan la indispensable edificación colectiva de un instrumento político, totalmente independiente de la Concertación y de sus satélites. Una herramienta capaz de federar las resistencias dispersas y las clases populares movilizadas en torno a un proyecto anticapitalista, latinoamericanista y ecosocialista coherente.
¿El camino todavía parece largo?, es cierto. Pero la dinámica en curso acaba de trazar horizontes de posibilidades que hace 6 meses parecían insospechadas en Chile. En la vieja Europa, los indignados de varios países inventan y experimentan contra la austeridad y la arrogancia de los poderosos. Mientras la mercantilización de la educación está en curso en toda la Unión Europea, el ejemplo chileno puede dar argumentos a las y los que se oponen. En el mundo árabe los procesos revolucionarios intentan profundizar sus conquistas. La juventud que se ha rebelado también responde indirectamente a este eco lejano. Y sobre todo, el “largo mayo chileno” (en referencia al mayo 68 francés) se entronca con las rebeliones populares que recorren desde hace diez años América Latina. Hoy en día los estudiantes de Argentina, México y Colombia siguen el ejemplo de las movilizaciones de Santiago. Por fin parece que Chile ha encontrado el impulso de cambios de los pueblos hermanos que se encuentran al otro lado de los Andes.
Fuentes:
http://puntodevistainternacional.org/
http://orta.dynalias.org/inprecor/home
Autor:
Franck Gaudichaud es profesor en Estudios latino-americanos en la Universidad Stendhal-Grenoble 3 (Francia) y copresidente de la Asociación France Amérique Latine (www.franceameriquelatine.org). Participa en el colectivo editorial del sitio www.rebelion.org y de la revista ContreTemps (http://www.contretemps.eu/).
Contacto : franck.gaudichaud@u-grenoble3.frEsta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Notas
1 Para continuar este análisis sobre revolución capitalista y neoconservadora : Manuel Gárate , La “Révolution économique” au Chili. A la recherche de l'utopie néoconservatrice 1973-2003 , Tesis doctoral de Historia y Civilización, EHESS, Paris, 2010 (en línea : http://tel.archives-ouvertes.fr).
2 Palacio de gobierno situado en Santiago.
3 "El discurso de Piñera en la ONU y el movimiento estudiantil", Elmostrador.cl , 23 de septiembre de 2011.
4 Para un análisis múltiple del movimiento remitimos a los artículos que hemos reunido con Mario Amorós en el dossier Lecciones de la rebelión estudiantil (www.rebelion.org/apartado.php?id=411).
5 Ver por ejemplo, el "thriller de la educación" que parodia un clásico de Mickael Jackson: www.youtube.com/watch?v=tR12Vi6BvrI&feature=related
6 Ver el documental de Pachi Bustos, Jorge Leiva, Marcela Betancourt y René Varas: Actores secundarios, (80 min, 2004).
7 Ver el documental de Simón Bergman: La Rebelión de los Pingüinos, (23 min, 2007).
8 el salario mínimo en Chile es de 280 euros mensuales.
9 A. Maillet, "Les indignés chiliens", Opalc.org , 17 agosto 2011.
10 V. De La Fuente, "Terminar (verdaderamente) con la era Pinochet", www.lemondediplomatique.cl/Articulo-de-Victor-Hugo-de-la.html, 24 agosto 2011.
11 Partido político de extrema derecha, cercano al Opus Dei, primera fuerza política del Parlamento y en el gobierno actual.
12 Ver la respuesta de S. Grez en: "¿Inasible malestar?", The Clinic, N°413, Santiago, 29 de septiembre de 2011.
13 Ver : F. Gaudichaud, "Botella nuevas, vino viejo", Le Monde Diplomatique, mai 2011, www.rebelion.org/noticia.php?id=129587 y "Estrategia del Shock y regredo de los Chicago boys", Viento Sur, Paris, julio de 2010, www.rebelion.org/noticia.php?id=106567.
14 http://alencontre.org/ameriques/amelat/chili/chili-laube-nouvelle-des-mouvements-sociaux-et-la-mobilisation-du-22-septembre.html.
15 JC. Gómez Leyton, " Protesta social y política en una sociedad neoliberal triunfante", Observatorio Social de América Latina, año VII, N° 20, CLACSO, Argentina, 2006.
16 S. Grez, "Un nuevo amanecer de los movimientos sociales en Chile", The Clinic , Nº 409, Santiago, 1 de septiembre de 2011 .
17 C. Tilly et S. Tarrow, Politique(s) du conflit. De la grève à la révolution , Presses de SciencesPo, París, 2008.
18 E. Barozet, "De la démobilisation au réinvestissement local. Mouvements sociaux locaux et territoires au Chili", Cahiers des Amériques latines , N° 66, 2011 y C. Pulgar, " La revolución en el Chile del 2011 y el movimiento social por la educación", www.le monde diplomatique.cl , septiembre 2011.

19 El código del trabajo actual es una herencia de la dictadura. Sólo el 5,9% de los trabajadores (2009) están bajo el régimen de un contrato colectivo.
20 Consultar los artículos que hemos reunido con Mario Amorós en el dossier Pueblo Mapuche : www.rebelion.org/apartado.php?id=152.
21 R. Agacino, "Anticipando el futuro", Rebelion.org , 1 septiembre 2011 y J. Massardo, "La significación histórica del movimiento estudiantil", Rebelion.org , 25 agosto 2011.
22 S. Grez, "Un nuevo amanecer de los movimientos sociales en Chile", Op. Cit . Ver también : P. Mouterde, "En plein hiver chilien : les promesses d'un printemps social et politique", Alainet.org , 29 agosto 2011.
23 Chile posee las mayores reservas de cobre mundiales, este recurso esta hoy en día mayoritariamente en manos de concesiones extranjeras. Ver el sitio del Comité por la defensa y la recuperación del Cobre, www.defensadelcobre.cl .
24 "La alternativa ausente", Editorial de la revista Punto Final , Nº 743, 30 septiembre 2011. www.puntofinal.cl/742/editorial743.php

sábado, 25 de septiembre de 2010

Chile celebró su Bicentenario



El presidente chileno Sebastián Piñera no logró deslindar de los festejos del bicentenario de la independencia de ese país, la huelga de hambre de indígenas mapuches y la difícil situación de los mineros atrapados desde hace mes y medio a 700 metros bajo tierra.

Piñera, junto a sus colegas Evo Morales de Bolivia y Fernando Lugo de Paraguay, asistió ayer al tradicional Te Deum ecuménico con el que las iglesias celebran la independencia en la Catedral de Santiago.

El mandatario entonó en la plaza el himno patrio. Simultáneamente miles de personas, hicieron lo mismo en las plazas de sus pueblos y ciudades y los mineros bajo tierra.

El gobierno derechista se esforzó por lograr que los 200 años de independencia se celebraran masivamente, pero cada una de las actividades programadas estuvo opacada por la situación de los 34 mapuches y de los 32 mineros chilenos y un boliviano atrapados bajo centenares de toneladas de rocas desde el 5 de agosto.

Los mineros son alimentados con comida bajada por tubos de 8,8 centímetros de diámetro que ayer transportaron dos empanadas por persona, una gaseosa, y un postre de durazno deshidratado , informó uno de los 15 responsables de su alimentación, Edmundo Ramírez.

André Sougarret, jefe de los rescatistas, dijo que mantienen como fecha de rescate "a inicios de noviembre" y precisó que llegó el momento en que los mineros participarán activamente en su rescate, despejando los escombros que botó la perforadora.
Sobre los mapuches, en ayuno hace 69 días, Piñera dijo que la gran mayoría de etnias indígenas están celebrando el bicentenario.

Los ayunantes exigen que se anulen sus procesos por supuesta infracción a la Ley Antiterrorista, legada por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que endurece las condenas de los delitos de incendio, ataque a un fiscal y a un autobús que pesan sobre 34 indígenas. También demandan la instalación de una mesa de diálogo, rechazada por el gobierno mientras no depongan su actitud.

Los mapuches combatieron por 300 años a los conquistadores y al Estado chileno, pero fueron arrinconados al sur donde viven en extrema pobreza.

EVO CONFÍA EN DIÁLOGO DE PIÑERA Y MAPUCHES

El presidente Evo Morales, de visita en Santiago, dijo ayer que "a partir del diálogo, de seguro que habrá un buen resultado", en alusión a la constitución de una mesa de diálogo entre el Gobierno chileno y los mapuches, de los que un grupo de ellos se encuentra en huelga de hambre.


"A partir de ese diálogo de seguro que va a haber un buen resultado para los hermanos mapuches", añadió Morales invitado a Chile en el marco de las fiestas del bicentenario de independencia.


Morales dijo que “los presidentes cuando podemos nos acompañamos” y agradeció a Piñera "y al pueblo chileno", el gran esfuerzo y la inversión para rescatar con vida a los 33 mineros que se encuentran atrapados en una mina "entre ellos un compañero boliviano".


"Estamos apoyando a la familia y al compañeros boliviano, sin embargo esta vez no podré asistir a la mina San José, ya que debo viajar a la sede de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York", explicó Morales.


"Pero ténganlo por seguro que en cualquier momento vengo a Chile y acompaño al presidente Piñera al lugar de la mina", añadió Morales quien ayer por la tarde sostuvo una reunión bilateral con su homólogo chileno.

Tomado de los Tiempos.com

viernes, 3 de abril de 2009



Chile y Bolivia anuncian histórico acuerdo por uso del Silala


La firma del acuerdo incluirá pagos en dinero de privados chilenos


Chile y Bolivia anunciaron hoy la "pronta" firma de un acuerdo por el uso de las aguas del río Silala, que incluirá un pago de parte de privados chilenos.
El consenso debe ser ahora sometido a consultas finales y el desarrollo de acuerdos técnicos en ambos países, informaron el vicencanciller de Bolivia, Hugo Fernández, y su par chileno, Alberto van Klaveren, reunidos en Santiago.
"Hay coincidencias muy sustanciales que permitirán suscribir pronto un acuerdo", resumió van Klaveren. El pacto se sellará "sobre la base de que se trata de aguas que efectivamente ambos países estamos compartiendo", agregó. Por su parte, Fernández dijo que Bolivia "está satisfecha del acuerdo que hemos logrado".
No obstante, matizó que quedan "algunos puntos pendientes que deben ser consultados", antes concluir todo el proceso de firma del acuerdo "en un plazo breve" que no quiso especificar.
En relación al contenido del pacto, el vicecanciller van Klaveren ratificó el cambió de la política chilena, que históricamente negó la posibilidad de un pago por el uso de las aguas del Silala.
"Nos parece absolutamente lógico que ambos países puedan beneficiarse en el aprovechamiento de esas aguas", dijo el diplomático.
"Se abre ahora un proceso de consultas internas, como es usual", agregó van KLaveren, explicando que en el caso de Bolivia incluirá a la comunidad local, mientras que en el caso de Chile a los parlamentarios.
En relación detalles del acuerdo, van Klavedren sostuvo que Chile y Bolivia estiman "que una forma 50/50 para el aprovechamiento de estas aguas es absolutamente válida y razonable".
Por su parte, el vicencanciller boliviano no desmintió que el pago que deberán hacer los privados chilenos ascienda a los 15.000 dólares diarios. No obstante, explicó que ese valor dependerá de los valores de mercado. Las empresas responsables del pago son la estatal cuprífera Codelco Chile y la Ferroviaria Antofagasta Bolivia.
La negociación está inscrita en la llamada agenda de trece puntos que desarrollan ambos países y que incluye la aspiración boliviana de una salida soberana al mar por territorios chilenos.
El río Silala nace originalmente como una acumulación de manantiales provenientes del salar de Uyuni y luego recorre algunos kilómetros hasta desembocar en el río San Pedro de Inacaliri, parte de la cuenca hidrográfica del río Loa.
De acuerdo a Bolivia, este cauce fue formado artificialmente por canalizaciones realizadas por chilenos durante los años 1960 en territorio boliviano, juntando una serie de vertientes cordilleranas.
El acuerdo anunciado pone fin a la polémica, como parte de los esfuerzos de ambos países por normalizar sus relaciones, sin vínculo a nivel de embajadores desde 1978.

Tomado del diario La Tercera digital

De Chile a Nicaragua



ENTRE GALLO PINTO Y EMPANADAS



GUILLERMO GOMEZ SANITBAÑEZ



Por más de un siglo las relaciones bilaterales entre Nicaragua y Chile han sido ejemplares. Ya lo decían insignes poetas chilenos como Pablo Neruda y Gabriela Mistral; si quieren conocer a Nicaragua lean a Darío; un digno representante de la cultura nicaragüense y embajador por excelencia.

En tanto arribó al puerto de Valparaíso en Chile, en 1886, fue recibido con especial cariño y una extraordinaria hospitalidad por parte de la intelectualidad chilena. El propio Darío lo expresa así:

“Nunca podré olvidar que allí pasé algunas de las más dulces horas de mi vida,y también de las arduas, pues en Chileaprendí a macizar mi carácter y a vivir mi inteligencia”

El viaje de Rubén Darío a Chile ocurrió en un momento en que el país cruzaba por un período de esplendor y verdadero florecimiento cultural. "1Ve a Chile! Chile es la gloria...", le comnetó el escritor salvadoreño Juan Cañas, motivando de inmediato sun partida. En sus días en Chile, la pluma de Darío fue fecunda y entre el viento del sur, las luces del puerto, la fascinación que le provocó Santiago y la nostalgia de su Nicaragua nacerán importnates escritos como la novela "Emelina"; la primera obra de Darío en Chile y que escribiera junto con Eduardo Poier en tan sólo diez dias, "Abrojos" "El Fardo" "Canto Épico a las Glorias de Chile", poema que narra el combate Naval de Iquique, "Las rosas andinas: rimas y contra-rimas" y la más importante de todas: "Azul", hito que la crítica instituiría como fecha de incio del modernismo en Chile.

Nicaragua y Chile, son dos países que contrastan, por su clima y su geografía, y los distancia cerca de ocho horas de vuelo con una escala en Panamá. La diferencia geográfica y cultural son propias de la diversidad de un continente como el de América, sin embargo, hay cosas que acercan y hermanan a estos dos países y es su gente, caracterizadas por su expresiva solidaridad, un gran espíritu de lucha y trabajo, sobretodo cuando esto implica sobreponerse a la adversidad. Otro elemento de similitud es que comparten procesos políticos y sociales con aguerridas luchas contra dictaduras infernales y revoluciones reivindicadoras de los legítimos derechos democráticos de grandes masas del pueblo que históricamente se han visto excluidas. La revolución chilena, iniciada en 1970 bajo el gobierno del presidente Salvador Allende y la coalición de partidos bajo la Unidad Popular, fue una “revolución en democracia”, conquistada con el voto popular y no igualada en América Latina, y aunque Allende obtuvo un porcentaje de votos inferior al requerido, y contaba sólo con un tercio de la votación del país (primera mayoría relativa de un 36,3%,), el Congreso, de acuerdo con la Constitución vigente, debió confirmarlo, eligiéndolo de entre las dos primeras mayorías relativas (Allende y Alessandri), como presidente de la República, con 153 votos a favor.

A fin de salvaguardar la paz social y desarrollar su programa de gobierno, Salvador Allende debió firmar con la Democracia Cristiana un Pacto de Garantías Constitucionales, en un ambiente beligerante y de gran inquietud, especialmente por la postura irreconciliable de los sectores en pugna: la Unidad Popular, por la izquierda, el Partido Nacional por la derecha y la Democracia Cristiana por el centro, más un sector de extrema izquierda, el MIR, que se venía caracterizando por acciones armadas netamente desestabilizadoras. El Pacto fue concebido como un resguardo de la sociedad chilena ante un gobernante de tendencia marxista, elegido en las urnas.

La minoría electoral (36,3%) que llevó a Allende al poder, sin embargo, sería revertida exponencialmente a medida que el programa político y social de la Unidad Popular fue demostrando, en los hechos, resultados concretos de justicia social y reducción de las grandes desigualdades entre ricos y pobres. Este proceso utópico que despertó grandes esperanzas en los más pobres y abría enormes posibilidades de mejores condiciones de vida para ellos, fue abortado violentamente por una derecha burguesa, que instrumentalizando a las Fuerzas Armadas, conspiró para asestar un Golpe de Estado acabando así con la vida constitucional del pueblo de Chile. Fue un acto sangriento, jamás conocido antes, en la historia democrática de los chilenos. Nicaragua no ha sido menos, ha forjado su propio camino, con una revolución inconclusa que costó sangre y lágrimas y que en nombre de la paz y el consenso social se optó por la desmovilización y la redemocratización del país en las elecciones de 1990. El FSLN, bajo nuevas condiciones políticas y sociales, luego de perder las elecciones en 1990, debió reinventarse frente a los ingentes desafíos y buscar las estrategias que le permitieran mantener su vigencia, su proyecto histórico, pero sobre todo la simpatía y lealtad de las grandes mayorías ahora en democracia. Al ganar el FSLN las elecciones presidenciales en Noviembre del 2006 y volver al poder, se retoma el proyecto revolucionario en sus aspectos fundamentales, es decir, reducir la brecha entre ricos y pobres, acceso a la educación libre y gratis para todos, derecho a la salud, a una vivienda digna, reactivación y priorización de la producción agrícola, acceso al crédito de pequeños comerciantes, mejoramiento de la infraestructura del país y promoción de la cultura en todas sus expresiones. Nicaragua, con las mismas posibilidades y oportunidades que ha tenido Chile, de acceder a una economía neoliberal, coqueta y seductora por todo el continente, y bajo el embrujo de (mal) Tratados Comerciales como el TLC, no ha crecido económicamente lo suficiente, ni ha resuelto sus grandes problemas sociales en los últimos dieciocho años, ¿Por qué? Esta pregunta da para un análisis más extenso, que no es esta la ocasión para hacerlo, pero sí nos hace reflexionar acerca de la incapacidad política y el vacío ideológico y programático de una derecha oligárquica, que siempre ha utilizado al pueblo empobrecido y el poder, para satisfacer los intereses de la burguesía.

Nicaragua celebra el 15 de septiembre, el día de la independencia (1821) y Chile el 18 de septiembre (1810). Los nicaragüenses celebran con gallo pinto, los chilenos con empanadas, sin embargo, ambos pueblos han conquistado en su lucha histórica, no sólo sus derechos políticos,(Nicaragua insurreccionada, y Chile con elecciones libres), sino también sus derechos sociales,(Nicaragua con amplios programas de desarrollo social y mejoramiento de la calidad de vida de los más pobres, y Chile mejores niveles de vida y desarrollo social).

La Roja


Selección chilena: Una prueba de madurez
abr. 03 , 2009


Escrito por Danilo Díaz bajo la categoría Deportes


Pasó esta fecha doble y Chile mira de arriba la tabla en la ruta a Sudáfrica 2010. Si no ocurre nada truculento o extraordinario, la "Roja" debiera al menos sumar los nueve puntos que le restan en Santiago y asegurar su regreso a la Copa del Mundo. Una mirada optimista indicaría que el equipo de Marcelo Bielsa podría incluso robar algún punto en Paraguay, Brasil y Colombia y asegurar aún más la presencia en la cita africana.Aún recuerdo cuando, con el núcleo más futbolero de mis amigos (Lucho Urrutia, Igor Ochoa y Cristóbal Guarello), coincidíamos en que la media hora inicial de Chile ante Paraguay era de lo mejor que había hecho una selección chilena desde el triunfo sobre Brasil rumbo a Japón-Corea 2002. El resultado había sido lapidario (3-0), pero había una impronta, un estilo, un diseño que nos indicaba que estábamos por la ruta correcta. No había que buscar atajos, solución habitual cuando una derrota genera dudas y resquemores. La crítica oportunista y simplona quiso esa noche quemar las naves.Arrancaba Bielsa y a su proyecto le faltaba tiempo. Hoy, cuando las 20 unidades conseguidas nos instalan en la discusión mayor, constatamos que el rosarino hizo algo fundamental en el fútbol, pero que cuesta demasiado: construyó un equipo, capacitado para navegar con viento a favor, pero forjado a pulso para resistir vientos y también tempestades.En Lima, la "Roja" no tuvo contemplaciones cuando el rival no supo acomodarse. Chile se impuso táctica, individual y colectivamente. Ante Uruguay, un oponente que nadie quiere enfrentar, se encargó de superarlo en la media hora inicial hasta que Héctor Baldassi expulsó a Mauricio Isla. Y ahí es donde surge la prueba concluyente de que este cuadro ya es un equipo. Ante una circunstancia extrema, teniendo claro que la ventaja en la tabla había que defenderla por una hora, la "Roja" se organizó, luchó, jugó cuando pudo y defendió con orden. La forma en que soportó los tiros de esquina ejecutados por los orientales refleja el trabajo realizado, pero también ilustra como ante una de las facetas fundamentales de los celestes, Chile exhibió un rendimiento notable, sólo opacado por el cabezazo inicial de Diego Lugano.Cuatro puntos de seis fue la cosecha. Muy buena. Sudáfrica está más cerca que nunca

Tomado del Blog de Danilo Días

miércoles, 1 de abril de 2009

El roto chileno

EL ORIGEN DE LA PALABRA “ROTO”

El origen de la palabra “roto” es, para muchos, sinónimo de astroso, rotoso, parchado. Pero la procedencia del vocablo es muy distinta. Se sabe que se aplicó algunos años después de la Conquista, cuando los españoles viajaban al Perú casi sin vestimenta uniforme y los más vestidos iban extraña y estrafalariamente abigarrados, lo que hizo que se les denominara a estos viajeros, “rotos”, en el sentido español de la palabra, que es ir de cualquier modo. Los viajes se generalizaron y los que iban de Chile, es decir, estos personajes, pasaron a ser “rotos”, no ya por su aspecto, sino por su esfuerzo y valentía; luego se generalizó por todos los países esta denominación.

Hay varios tipos de rotos; el “roto marino”; el “pampino”; el “minero”; el “bandido” y el más conocido que es el “milico”.

El “roto” se hizo “milico” en la batalla de Yungay, el 20 de enero de 1839. Esta batalla se dio con ejércitos reclutados entre los “descamisados”, sin preparación militar, sin uniformes, a base de puro corazón. El triunfo de Yungay es el del “patipelado”, el del pueblo descalzo. El día 20 de enero fue instituido como el ’’Día del Roto Chileno’’, en reconocimiento a aquellos soldados que participaron en la Batalla de Yungay, en la Guerra contra la Confederación Perú-boliviana, y que sin ninguna preparación militar, sin uniforme, solamente con corazón, triunfaron en el combate, dándole término al conflicto.

El 7 de octubre de 1888, durante el gobierno de José Manuel Balmaceda Fernández, se le erigió una estatua al ’’Roto Chileno’’, en la plaza de Yungay, para conmemorar este triunfo de las tropas chilenas. En ella se celebra, desde el año 1889, y cada 20 de enero -fecha del triunfo en Yungay- la Fiesta del Roto Chileno.